Lisbeth Nypan. Entre las leyendas de brujas de Noruega existen muchos casos que son realmente impresionantes, pues en este país ocurrió una verdadera cacería de brujas
En la época de la inquisición no se podía practicar ningún tipo de hechicería, magia o sanaciones, sin importar lo inocentes o bienintencionadas que éstas fueran, pero esta prohibición no detuvo a Lisbeth Nypan, quien se dice que practicaba sanaciones que consistían en medicinas naturales, oraciones y algunos rituales un poco más extraños, pero nada de esto preocupaba realmente a los pobladores locales que acudían a la casa de Lisbeth en busca de alivios para sus malestares. Lo realmente extraño comenzó a percibirse poco tiempo después, pues todas las personas que habían sido tratadas por la sanadora al poco tiempo comenzaban a experimentar males mucho peores que los que tenían al principio, pero no solo eran afectados los pacientes de Lisbeth, pues también sus parientes cercanos comenzaban a sentirse mal e incluso sus animales enfermaban gravemente, esto hacia que las personas volvieran a acudir a la sanadora en busca de más alivio, hasta que finalmente alguien vio un patrón en esto y comprendió que lo que verdaderamente ocurría era que Lisbeth era una bruja que utilizaba la brujería para volver dependientes de ella a sus pacientes, así la mujer podía quedarse con todo el oro de las pobres victimas que finalmente morían a causa de sus males. Lisbeth Nypan fue condenada a la hoguera al igual que su marido fue condenado a la guillotina, se dice que intentaron arrancarles una confesión, pero nunca pudieron hacer que admita sus artes de bruja, adjudican esta dureza a alguna clase de pacto con el demonio. Lo único de lo que se tiene certeza es que la sentencia fue ejecutada en 1670.