Las calles empedradas del pueblo mágico de mineral del chico Hidalgo guarda leyendas de fantasmas y aparecidos de personas que habitaron este
Gabriel mancera fue un comerciante originario de Tulancingo que se volvió rico trabajando estas tierras.
“El tuvo que penar por las calles durante todas las noches pues aquí Zoila resguardar sus lingotes de oro y de plata y llevarlos a la ciudad de Pachuca y ahí comercializarlos en todo el mundo”
En el siglo XIX una joven y hermosa mujer fue asesinada por su padre que no permitió que se enamorara de un simple minero, “Aquella bella doncella solía caminar por las calles manifestándose, siendo así el maleficio que su padre le impuso”
Son los sabios ancianos quieres se encargan de contar historias de duendes y lloronas que se pasean por las calles poco iluminadas del mineral del chico.
Cuentan que hace dos siglos en el pueblo minero los ladrones de la plata eran sancionados con una muerte espantosa. Hoy sus almas penan sin descanso, como castigo ellos eran arrastrados por las calles tirados por caballos para que nadie más intentara robar los tesoros que se extraían de esa comarca minera.
Al caer la noche estas almas caminan por las callejuelas del mineral del chico arrastran cadenas y se aparecen por los rincones.