En México, si un taxista encuentra a una mujer vestida de luto durante la madruga, seguramente dudará en llevarla. Esta leyenda nos cuenta la historia de Abel, quien manejaba un taxi hasta terminar su horario a las 3 am como cada día.
La mujer misteriosa se sentó muy callada, ella le pidió dirigirse a 7 iglesias diferentes, él le avisó que estaban todas cerradas, pero ella quería ir de todas formas. Rezó en la puerta de cada una y luego le pidió que la llevara de regreso al sitio en donde la había recogido. También le informó que no tenía dinero para pagar, pero que el día siguiente podía ir a visitar a su hermano, él pagaría por el viaje sin dudarlo. Por otro lado, le entregó una carta para él y una medalla con su nombre “Socorro”.
El taxista aceptó ir por su hermano el día siguiente para cobrar el viaje, ella bajó en el cementerio y desapareció en la neblina que salía del mismo. Cuando Abel se acercó al hermano para contarle todo lo acontecido por la noche, este comenzó a llorar como loco. Resulta que su hermana Socorro había muerto hacía ya 2 meses y todavía su ausencia era dura para él. Pagó por el viaje, pero al enterarse el taxista que había viajado con una mujer ya fallecida, no quiso aceptar el dinero y se volvió loco para siempre hasta que un día terminó perdiendo la vida.