Se cuenta la historia que desde hace muchos años antes de la consumación
Entonces rápidamente trasladaron el cuerpo de la Malinche a varios escondites para evitar que los españoles retomaran el cuerpo nuevamente, los indios Aztecas tomaron uno de los caballos que el mismo Hernán Cortez le dio en su llegada a su pueblo. Después de recorrer un largo camino llegaron a la cueva de un cerro, en donde dejaron el cuerpo de la Malinche y al salir ellos clausuraron la entrada con piedras grandes. A partir de ese día, el cerro tomo el nombre de Malintzin y desde su cresta se lograba apreciar la silueta de la Malinche quien le pedía lluvia al cielo para los habitantes de su pueblo.