La catedral de Puebla cuenta con dos torres, pero no siempre fue así, cuando esta fue
Una de las campanas no tenía las medidas correctas y no podía ser colocada, por lo que fue destruida y con los restos se construyó una nueva, pero ahora había surgido otro problema, la nueva campana era muy pesada, 9 toneladas que no podían ser elevados ya que la tecnología de la época era muy limitada. Durante algunos días los trabajadores se preguntaron como subir la campana hasta lo alto de la torre, pero por más que pensaban no lograban pensar alguna manera. Al noveno día los trabajadores llegaron y quedaron sorprendidos, la campana ya estaba en su lugar. Al cuestionar al guardia nocturno, este les dijo que había soñado que los ángeles habían bajado del cielo y la había colocado en su lugar.