Una popular leyenda de los indios Cherokee cuenta la historia de un jefe de tribu
llamado Gran Gavilán el cual era valiente y hábil en batalla, con motivo de unos festejos Gran Gavilán dijo que se nombraría héroe de la tribu a cualquiera que pudiera vencerlo en un combate personal. A la tarde de ese día apareció un guerrero diciendo que había derrotado a Gran Gavilán clavándole una lanza en la cadera, lo curioso es que de este hecho no hubo testigos pues la pelea fue en el bosque, el indio en cuestión fue declarado héroe por todos. Un día una tribu vecina fue a visitar a los Cherokees y el jefe visitante le preguntó a Gran Gavilán como se sentía después de la derrota, a lo que el jefe respondió diciendo que nunca nadie lo había vencido, menos en combate personal y mucho menos con una lanza, para confirmar lo que decía mostró la cadera, demostrando que no tenía ninguna herida. Entonces la tribu descubrió la mentira y el indio mentiroso pasó de héroe a ser la vergüenza de la tribu, demostrando así que las mentiras siempre se descubren.