Antes de morir sucedió que un hombre habló de su vida como bandido, él robaba en grande a las minas
cuando lograba sacar su oro, asaltaba a las mulas con el cargamento, luego lo arrojaban en su máximo escondite que era en El Divisadero de los Pájaros, a este lugar era imposible de llegar, por eso es que antes de partir le explicó como debía hacerlo, para empezar tenía que treparse al Creston de los Corralitos, entonces desde allí podría verse para abajo a una distancia considerable de 60 varillas aproximadamente podía verse la cueva en donde se encontraba el oro, ellos allí lo arrojaban porque nadie lo tocaría jamás en aquel sitio.