Buscar leyendas mexicanas

El ahocado de san andrés. Un joven llamado Fernando, al salir de su trabajo más

tarde de lo normal, sólo deseaba llegar a su casa a descansar, y como él vivía muy lejos y ya estaba anocheciendo, prefirió tomar un atajo para estar más pronto en casa.
El atajo que tomo lo llevaba a donde pasaba un río, ese camino nadie lo tomaba porque unos meses antes se había suicidado un hombre ahí. Como Fernando desconocía está historia no temía andar por el atajo, en su camino miro un árbol que le llamó la atención, y por su gran curiosidad caminó hacia el árbol y lo que miro fue el cuerpo colgado de un hombre, el salió corriendo y paro al primer auto que pasó, se subió y le contó lo que le había pasado y porque su prisa, cuando el que iba manejando lo voltio a ver le dijo «yo soy el horcado» para asustarlo un poco mas, pero Fernando se bajó corriendo del auto. Se llevó un muy buen susto, vivió para contarlo nunca olvidara esa noche.Buscar leyendas mexicanas
Dice la leyenda que el hombre que se ahorco seguirá buscando alguien que se ahorque o se muera por culpa de él, hasta ese entonces podrá descansar en paz.

Sin comentarios aún. Sé el primero en comentar.